Project Description

El herpes zoster (también llamado culebrilla) puede ocurrir más de una vez en la vida y se debe a la reactivación del virus de la varicela, que permanece latente en los ganglios del sistema nervioso durante años.

Más tarde, especialmente después de los 60 años, debido al proceso natural de envejecimiento del sistema inmunológico, o en personas con el mecanismo de defensa comprometido en resultado de estrés, enfermedades crónicas ─ neoplasias, SIDA y otros ─ o sometidas a tratamientos inmunosupresores (como quimioterapia, por ejemplo), el virus puede reactivarse, provocando las manifestaciones de herpes zoster. La enfermedad, cuando genera daño nervioso permanente, produce dolor crónico.

Indicaciones

VARICELA – INFECCIÓN PRIMARIA

La primera infección por el virus Varicela zoster suele ocurrir en la infancia, pero no de forma exclusiva. A partir de entonces, este agente de infección permanece latente («dormido») indefinidamente en los ganglios de la médula espinal, la porción del sistema nervioso central dentro de la columna.

HERPES ZOSTER – REACTIVACIÓN VIRAL

Después de la reactivación, que puede ser causada por diferentes factores, los virus de la varicela viajan a través de los nervios periféricos hasta llegar a una región de la piel, causando la característica erupción de herpes zoster, en forma de vesículas.

  • El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos afirma que una de cada tres personas desarrollará herpes zóster en algún momento de la vida. El CDC también estima el número de casos registrados en los Estados Unidos en alrededor de 1 millón cada año.

Manifestaciones

  • aparición de vesículas (ampollas) en regiones definidas de la piel, más comúnmente en el tronco, mas pude llegar a órganos importantes como los ojos;

  • la manifestación puede ser lleve, discreta y no progresiva o bastante severa;
  • dolor de difícil controle: puede durar hasta muchos meses después de la desaparición de las lesiones cutáneas, haciendo la vida difícil.

Transmisión

La transmisión del herpes zoster no es común, mas puede ocurrir por contacto directo o inhalación de aerosoles del líquido vesicular de las lesiones cutáneas.

Ver Escenario Epidemiológico

Prevención

El herpes zoster y el dolor crónico (neuralgia pos herpética – NPH) se puede prevenir con vacunas especifica.

También ha de tenerse en cuenta el posible impacto de la vacunación infantil contra la varicela sobre la disminución del HZ en el futuro.

Vacunas

  • Vacuna de zoster viva atenuada
  • Vacuna de zoster inactivada recombinante

Indicaciones

  • Vacuna atenuada: puede usarse en adultos imunocompetentes de edad ≥60 años.

  • Vacuna inactivada: puede usarse en adultos de ≥50 años, independientemente de la recepción previa de la vacuna contra la varicela o vacuna zoster atenuada, y no requiere detección para un historial de varicela (varicela).

Eficacia

Vacuna atenuada
  • Prevención de la infección en mayores de 50 años:
    60% aproximadamente
  • Prevención de la neuralgia postherpética:
    70% aproximadamente
Vacuna inactivada
  • Prevención de la infección:

    • 50 a 59 años: 96.6%
    • 60 a 69 años: 97.4%
    • 70 años y mayores: 91.3% – en estos, la eficacia se mantuvo alta en 84.7% o más en los cuatro años posteriores a la vacunación.
  • Prevención de la neuralgia postherpética:

    • 50 años y mayores: 91.2%
    • 70 años y mayores: 88.8%

Seguridad

Los efectos adversos detectados tras la administración de:

Efectos adversos
Vacuna atenuada
  • reacciones locales como dolor y eritema (enrojecimiento en el sitio de aplicación): 34%;
  • no aumenta el riesgo de fiebre ni efectos adversos graves.
Vacuna inactivada
  • reacciones locales son comunes: dolor, enrojecimiento e hinchazón;
  • aproximadamente 1 % reportaran reacciones sistémicas, como: mialgia (dolor muscular), fatiga, dolor de cabeza, escalofríos, fiebre y enfermedades gastrointestinales.