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SARAMPIÓN
Es una enfermedad aguda, muy contagiosa causada por el virus del sarampión. Afecta sobre todo a los niños ─ los casos más graves se dan en lactantes; menores de 5 años; desnutridos y en adultos con inmunodeficiencias.
Son susceptibles las personas que no han pasado la enfermedad o que no están adecuadamente inmunizadas. Los lactantes están temporariamente protegidos, en general, hasta los 6-9 meses de edad por los anticuerpos maternos cuando sus madres tenían la enfermedad o estaban vacunadas.
Las mujeres vacunadas en la infancia presentan títulos de anticuerpos más bajos que las mujeres que han padecido de la enfermedad, por lo que sus hijos son susceptibles al sarampión a edades más tempranas. Se cree que la inmunidad tras la infección natural dura toda la vida; la protección conferida por la vacuna persiste durante décadas.
Manifestaciones
Generalmente se manifiesta con lesiones en piel, mucosas y fiebre, puede complicarse con afecciones respiratorias o del sistema nervioso central.
Entre las complicaciones causadas por la enfermedad ─ que ocurren en 10 a 30 % de los casos y afectan con mayor frecuencia a los menores de 12 meses, los inmunodeprimidos y los malnutridos ─, se destacan las siguientes:
respiratorias – laringitis/bronquitis (32 %), bronconeumonía, neumonías (6 %), que es la complicación asociada con mayor mortalidad, y otitis media (7 %);
oculares – conjuntivitis purulenta, blefaritis y panoftalmía y ceguera;
digestivas – estomatitis y diarrea (8 %);
neurológicas – encefalitis (0,1 %), que puede ser grave y dejar secuelas importantes, panencefalitis esclerosante subaguda (PEES), que es un trastorno crónico degenerativo poco frecuente (1/10 000-100 000 casos de sarampión), asociado con la persistencia de este virus en el sistema nervioso central e inducida por una respuesta inmunológica frente al microbio. Se manifiesta años después del padecimiento de la enfermedad cursando con convulsiones, deterioro cognitivo y motor progresivo, coma y muerte;
- otras – hepatitis, púrpura tombocitopénica, miocarditis, pericarditis, miositis y glomerulonefritis.
Los riesgos de la no vacunación
La vacunación masiva significó que los países de las Américas recibieron en setiembre del 2016 el certificado de eliminación del sarampión. Sin embargo, debido a las posteriores bajas tasas de vacunación, la incidencia de la enfermedad volvió a aumentar en varios países de la región.
Retorno del sarampión en la Región de las Américas
Número de casos en el 2018
Tasa de incidencia
Transmisión
De persona a persona, fundamentalmente por diseminación de gotitas de secreciones respiratorias que entran en contacto con las vías respiratorias superiores o conjuntivas.
El periodo de transmisibilidad está comprendido desde dos a cuatro días antes del inicio del exantema (erupción) y hasta cuatro días después de la aparición del mismo, siendo el periodo prodrómico (caracterizado por síntomas específicos) el de máxima contagiosidad, sobre todo por medio de la tos.
El sarampión es muy contagioso, de forma que más del 90 % de la población susceptible no inmunizada se infecta tras haber tenido contacto con un enfermo.
Prevención
La inmunización frente al sarampión es la única medida preventiva eficaz.
Para detener la transmisión, es necesario obtener tasa de cobertura de vacunación de más de 95% para los niños. También es importante vacunar a los adolescentes y adultos sin comprobación de vacunación o que no contrajeron la infección natural.
En situación de brote o viaje a zonas endémicas, puede administrarse la vacuna a partir de los 6 meses de edad, pero esta dosis recibida antes del 1 año de edad no se contabiliza.
Vacunas
- Monovalentes (sarampión) – para protegerse del sarampión
- Bivalentes (sarampión y rubeola) – para protegerse del sarampión y de rubeola
- Triple vírica (sarampión, rubéola y parotiditis) – para protegerse del sarampión, de rubéola y de parotiditis.
- Tetra vírica (sarampión, rubéola, parotiditis y varicela) – para protegerse del sarampión, de rubéola, de parotiditis y de varicela.
RUBÉOLA
Es una infección viral causada por el virus de la rubéola. Su importancia epidemiológica está representada por la ocurrencia del síndrome de rubéola congénita que afecta al recién nacido cuyas madres se infectan durante la gestación. Por este motivo es muy importante proteger a las mujeres en edad fértil y también a los hombres.
Gran parte de la morbimortalidad (incidencia de enfermedad y / o muerte en una población) atribuida a la rubéola resulta de la infección fetal transmitida por la embarazada. Las consecuencias poden ser el aborto espontáneo ─ que ocurre en más del 20% de las infecciones que se dan en las primeras ocho semanas de embarazo ─ o la muerte fetal. Entre los nacidos vivos, el riesgo es la rubéola congénita y los consecuentes defectos congénitos que produce (discapacidad auditiva y/o visual, daño cardíaco, malformaciones cerebrales y discapacidad mental).
Manifestaciones
Generalmente se manifiesta con lesiones en piel, mucosas y fiebre, puede complicarse con afecciones respiratorias o del sistema nervioso central.
Entre las complicaciones causadas por la enfermedad ─ que ocurren en 10 a 30 % de los casos y afectan con mayor frecuencia a los menores de 12 meses, los inmunodeprimidos y los malnutridos ─, se destacan las siguientes:
Estrategia de combate a la rubéola
1980 - 2000
Los países miembros de la OPS/OMS introdujeron la vacuna triple vírica.
2003
Los países establecieron colectivamente el objetivo de eliminar la transmisión endémica de la rubéola para el año 2010, a través de la implementación de estrategias de vigilancia y vacunación recomendadas por la OPS.
1998 - 2008
2009
2015
La región de las Américas fue la primera Región de la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarada libre de virus de la rubéola.
Fuente: www.paho.org/es/temas/rubeola
Un análisis de la Iniciativa de Eliminación de la Rubéola estimó que alrededor de 112.500 casos del síndrome de la rubéola congénita habrían sido prevenidos en América Latina y el Caribe en más de 15 años, lo que representa ahorros en salud por 3 millones de dólares.
La rubéola sigue circulando en otras regiones del mundo, y los países de las Américas reportan casos importados esporádicos. Para mantener la eliminación de estas enfermedades, la OPS/OMS y el Comité Internacional de Expertos para la Eliminación del Sarampión y la Rubéola recomiendan que todos los países de las Américas fortalezcan la vigilancia activa y mantengan una alta inmunidad en la población a través de la vacunación.
Transmisión
De persona a persona, fundamentalmente por diseminación de gotitas de secreciones respiratorias que entran en contacto con las vías respiratorias superiores o conjuntivas. Incluso las personas sin síntomas transmiten el virus.
Si la persona infectada es una mujer embarazada, el virus se trasmite por vía transplacentaria para el feto y la probabilidad de que ocurra el síndrome de rubéola congénita es de hasta el 80%, dependiendo de la etapa del embarazo en que la infección se produzca!
Prevención
La inmunización frente a la rubéola es la única medida preventiva eficaz para la prevención de la enfermedad y del síndrome de rubéola congénita. Para detener la transmisión de la rubéola es necesario obtener una tasa de cobertura de vacunación de más de 95% para los niños. También es importante vacunar a los adolescentes y adultos sin comprobación de vacunación.
Vacunas
Monovalentes (rubéola) – para protegerse de la rubéola.
- Bivalentes (sarampión y rubéola) – para protegerse del sarampión y de rubéola.
- Triple vírica (sarampión, rubéola y parotiditis) – para protegerse del sarampión, de rubéola y de parotiditis.
- Tetra vírica (sarampión, rubéola, parotiditis y varicela) – para protegerse del sarampión, de rubéola, de parotiditis y de varicela.
PAROTIDITIS
También conocida como papera, la parotiditis es una enfermedad viral aguda que produce inflamación de las glándulas salivales (especialmente la glándula parotídea). La parotiditis es muy común en los niños entre 2 y 12 años. En aproximadamente el 30% de los casos transcurre sin síntomas. El período de incubación es de 12 a 25 días.
Si bien se trata en general de una enfermedad infantil benigna, cuya incidencia máxima se registra entre 5 y 9 años, el virus de la parotiditis también puede afectar a los adultos, en los que provoca con relativa frecuencia complicaciones como la meningitis y la orquitis. La encefalitis y las secuelas neurológicas permanentes son complicaciones raras.
Manifestaciones
Los principales síntomas de la enfermedad parotiditis son:
- fiebre;
- agrandamiento unilateral o bilateral de las glándulas salivales;
- dolor al masticar o tragar, especialmente líquidos ácidos (vinagre o jugos cítricos) es el síntoma más temprano;
- dolor en el cuerpo y la cabeza también pude surgir;
complicaciones más graves son raras, pero pueden ocurrir, como:
- inflamación de los testículos (orquitis);
- inflamación de los ovarios (ooforitis) en mujeres mayores de 15 años;
- inflamación del páncreas (pancreatitis);
- inflamación que afecta al cerebro y las meninges (meningoencefalitis).
Transmisión
De una persona a otra a través de las secreciones que se eliminan al hablar, toser o estornudar y también por contacto directo con cualquier objeto contaminado con estas mismas secreciones. El virus es transmitido incluso por las personas sin síntomas.
Prevención
La inmunización frente a la parotiditis es la única medida preventiva eficaz.
Vacunas
- Triple vírica (sarampión, rubéola y parotiditis) – para protegerse del sarampión, de rubéola y de parotiditis.
- Tetra vírica (sarampión, rubéola, parotiditis y varicela) – para protegerse del sarampión, de rubéola, de parotiditis y de varicela.
VACUNAS SARAMPIÓN, RUBÉOLA Y PAROTIDITIS
En el mercado internacional, hay varias vacunas bien monovalentes o en diferentes combinaciones:
- monovalentes (sarampión) – para protegerse del sarampión;
bivalentes (sarampión y rubeola) – para protegerse del sarampión y de rubéola;
triple víricas (sarampión, rubéola y parotiditis) – para protegerse del sarampión, de rubéola y de parotiditis;
tetra víricas (sarampión, rubéola, parotiditis y varicela) – para protegerse del sarampión, de rubéola, de parotiditis y de varicela.
La concesión de licencias y la disponibilidad de cada vacuna en los diferentes países de América Latina debe consultarse en el sitio web de la agencia reguladora local.
Indicaciones
La vacuna triple víricas, que protege del sarampión, de la rubéola y de la parotiditis, está indicada en todos los niños a partir de los 12 meses de edad y en adolescentes y adultos sin antecedentes de vacunación completa (dos dosis).
En personas no inmunizadas o insuficientemente inmunizadas, para lograr protección contra el sarampión, cualquiera de las vacunas disponibles debe administrarse en las 72 horas siguientes a la exposición al virus. La vacunación frente a el sarampión es una medida que resulta eficaz en el control de los brotes de la enfermedad.
En individuos susceptibles para el sarampión en los estén contraindicadas las vacunas se pueden administrar inmunoglobulinas tras la exposición al virus, sobre todo en embarazadas, lactantes menores de 6 meses y personas inmunodeficientes.
Ya las recomendaciones para las vacunas tetra víricas varían de un país a otro, según la epidemiología local, los grupos de edad o los grupos de riesgo más vulnerables o afectados, el costo/eficacia de la estrategia de salud pública y los posibles beneficios individuales.
Seguridad
Las vacunas monovalentes (sarampión), triples víricas (sarampión, rubeola y parotiditis) o bien tetra víricas (con varicela añadida) son seguras, efectivas y pueden utilizarse de forma intercambiable en los programas de inmunización.
Reacciones adversas
Suelen ser leves y transitorios:
Suelen ser leves y transitorios:
en las 24 horas siguientes a la aplicación puede aparecer un ligero dolor en el lugar de inyección, que en general se resuelve en 2 a 3 días;
unos 7 a 12 días después de la vacunación se producen reacciones sistémicas, entre ellas fiebre de más de 39 °C durante 1 a 2 días, en aproximadamente un 5 a 15% de los vacunados;
en el 2% de los casos aparece una erupción cutánea transitoria;
anafilaxia es muy rara y casi siempre ocurre dentro de los primeros 30 minutos después de la administración de la vacuna. En este caso, las dosis posteriores están contraindicadas.
Efectos adversos tras la administración de la vacuna triple o tetra vírica (sarampión, rubeola, parotiditis y varicela):
- reacciones locales – afectan a menos del 0,1% de las vacunadas e incluyen ardor, enrojecimiento, dolor y formación de bultos;
- fiebre alta (superior a 39,5oC), que se produce de cinco a 12 días después de la vacunación, con una duración de uno a cinco días, puede ocurrir entre el 5% y el 15% de los pacientes vacunados. Algunos niños pueden tener una convulsión febril, sin consecuencias graves. Entre el 0,5% y el 4% de los vacunados también pueden presentar dolor de cabeza, irritabilidad, fiebre baja, desgarro y enrojecimiento de los ojos y desgollado de la nariz de cinco a 12 días después de la vacunación. Las manchas rojas en el cuerpo, de siete a 14 días después de la vacunación, con una estancia de alrededor de dos días, aparecen en el 5% de las vacunadas. Los ganglios hinchados aparecen en menos del 1% de los vacunados de siete a 21 días de vacunados. Todos estos síntomas generales se producen principalmente después de la primera dosis de la vacuna;
- inflamación de las meninges (meningitis), generalmente benigna, puede ocurrir entre el 11o y el 32o días después de la vacunación. La inflamación del cerebro (encefalitis) puede surgir entre 15 y 30 días después de la vacunación en uno de cada 1 millón a 2,5 millones vacunados con la primera dosis;
- se ha descartado por completo la asociación de la vacuna con el autismo;
manifestaciones hemorrágicas (púrpura trombocitopénica) se describieron en la proporción de un caso a 30 mil a 40 mil vacunados, con evolución benigna entre 12 y 25 días después de la vacunación. Sin embargo, esta ocurrencia contraindica otras dosis de la triple vacuna viral;
- dolor articular o la artritis surge en el 25% de las mujeres después de la pubertad, de uno a 21 días después de la vacunación. Esta reacción es transitoria, benigna y no contraindica otras dosis de la vacuna;
inflamación de las glándulas parótidas se produce entre el 0,7% y el 2% de las vacunadas, de diez a 21 días después de la vacunación;
- anafilaxia es muy rara y casi siempre ocurre dentro de los primeros 30 minutos después de la administración de la vacuna. En este caso, las dosis posteriores están contraindicadas.
Los síntomas de efectos adversos graves o persistentes, que duran más de 24 a 72 horas (dependiendo del síntoma), deben investigarse para verificar otras causas.
Eficacia
Una dosis de vacuna monovalente, triple o tetra vírica a los 12 meses de edad o más, induce inmunidad frente al sarampión y rubéola aproximadamente en 95 % de los vacunados. Este 5 % aproximado de fallos parece sobre todo deberse a la ausencia de respuesta inmunitaria del receptor y no a la pérdida de inmunidad vacunal con el tiempo, de ahí la importancia de la segunda dosis para rescatar la respuesta de este porcentaje inicial de no respondedores, que se corrige en el 99 % de los casos tras la segunda dosis.
Todas las vacunas frente a la parotiditis, a excepción de la fabricada con la cepa Rubini, muestran tasas de seroconversión cercanas al 95 % a corto plazo tras una dosis a los 12 meses de edad. Sin embargo, en estudios de campo, se han demostrado eficacias inferiores, de alrededor del 80 %, con los esquemas de una sola dosis. Actualmente se recomiendan esquemas de dos dosis para mantener niveles de protección adecuados a largo plazo. Todas las vacunas, excepto la Rubini, son adecuadas para los programas de vacunación.
Contraindicaciones
Las vacunas están contraindicadas para:
- mujeres embarazadas;
- personas con inmunidad deteriorada debido a enfermedades o medicamentos;
- antecedentes de anafilaxia después de una dosis previa de la vacuna, o a la neomicina (administrada de forma tópica o sistémica), o a la gelatina.
También, se recomienda no revacunar:
- los niños que desarrollan un episodio de púrpura trombocitopénica en las seis a ocho semanas siguientes a la primera dosis de vacunas que contengan el sarampión;
- las personas con antecedentes de trombocitopenia no relacionada con la vacuna ─ ellas tienen un ligero aumento de posibilidades de padecer una trombocitopenia tras la vacuna. Todavía, es importante saber qué las ventajas de la inmunización superan con mucho a los riesgos. El riesgo de trombocitopenia tras la segunda dosis es inferior al que comporta la primera y nunca se han comunicado casos de hemorragia grave o muerte por esta causa asociados a la vacunación en niños sanos.
Precauciones
- Debe demorarse la vacunación hasta la resolución de un proceso agudo febril. Sepa que las infecciones de vías respiratorias altas sin fiebre o con febrícula no constituyen contraindicaciones a la vacunación.
- La mayoría de las personas con antecedentes de reacción anafiláctica al huevo no tienen reacciones adversas a la vacuna, no hay contraindicación para el uso de la vacuna triple o tetra vírica. Se ha demostrado en muchos estudios que las personas con alergias al huevo, incluso aquellos con alergias graves, tienen un riesgo insignificante de reacciones anafilácticas. Sin embargo, se recomienda vacunar a estos niños, como precaución, en un hospital o otro entorno que ofrezca condiciones de atención para la anafilaxia.
- Debe tenerse en cuenta el riesgo de interferencia (falso negativo) de la vacuna sarampión o varicela con la respuesta a una prueba de tuberculina (Mantoux). Por consiguiente, en caso de tener que practicar estas pruebas, deberán hacerse antes, el mismo día de la vacunación o al cabo de cuatro o seis semanas como mínimo.
Composición
Las vacunas conjugadas antimeningocócicas son vacunas inactivadas, por lo que no hay riesgo de causar la enfermedad. Contienen:
- polisacáridos (azúcares) en la cápsula de cada meningococo contra el que pretende proteger;
- en frascos multidosis, el tiomersal está presente como conservante, en cuyo caso no hay adyuvantes en la formulación.
VARICELA
Causada por el virus Varicela zoster, la varicela es altamente contagiosa para las personas que no padecieron la enfermedad o no se vacunaron contra la misma. La severidad de la varicela está en relación con los síntomas generales. El virus permanece en el cuerpo por años y puede volver a surgir más tarde a causa de una afección dolorosa llamada herpes zóster.
Manifestaciones
Las complicaciones incluyen:
- infecciones bacterianas de la piel, los tejidos blandos, los huesos, las articulaciones, o el torrente sanguíneo;
- neumonía;
- inflamación del cerebro (encefalitis).
Transmisión
De persona a persona, a través de secreciones respiratorias, por transmisión aérea o por contacto directo.
La contagiosidad de la varicela es muy elevada. El periodo de contagio se extiende desde 1-2 días antes de la aparición del exantema (erupción) hasta unos 5-7 días después del mismo, cuando ya todas las lesiones cutáneas están en fase de costra. En los pacientes inmunocomprometidos la duración del exantema puede ser mayor, y la contagiosidad, por tanto, también más prolongada..
Prevención
La inmunización frente a la varicela es la única medida preventiva eficaz.
Vacunas
En el mercado internacional, hay vacunas bien monovalentes o en combinación con la tetra viríca:
monovalentes (varicela) – para protegerse de la varicela.
- Monovalentes (varicela) – para protegerse de la varicela
Tetra víricas – para protegerse del sarampión, de rubéola, de parotiditis y de varicela
Indicaciones
La concesión de licencias y la disponibilidad de cada vacuna en los diferentes países de América Latina debe consultarse en el sitio web de la agencia reguladora local.
Hasta el momento no se ha establecido una estrategia común en la vacunación frente a la varicela a nivel mundial. Las recomendaciones varían según la epidemiología local, los grupos de edad o los grupos de riesgo más vulnerables o afectados, el costo/eficacia de la estrategia de salud pública y los posibles beneficios individuales. En los últimos años, las estrategias de vacunación probadas son las siguientes:
- vacunación infantil universal, con una primera dosis en el segundo año de vida y una segunda meses o años más tarde. Algunos pocos países mantienen la pauta de una sola dosis;
- cribado y vacunación sistemática de los niños y adultos susceptibles con riesgo de varicela grave y de sus contactos próximos sanos, igualmente, susceptibles;
- cribado y vacunación de rescate para los adolescentes susceptibles.
En personas no inmunizadas o insuficientemente inmunizadas (con una dosis):
- para lograr protección contra la varicela, cualquiera de las vacunas disponibles debe si administrarse en individuos susceptibles con 9 meses de edad o más;
- una dosis administrada dentro de los 3-5 días tras la exposición previene el 79-100 % de las formas moderadas-graves, aunque el impacto sobre cualquier forma de varicela es variable.
La vacunación frente a la varicela es una medida que resulta eficaz en el control de los brotes de la enfermedad.
En individuos susceptibles para la varicela en los estén contraindicadas las vacunas se pueden administrar inmunoglobulinas tras la exposición al virus, sobre todo en embarazadas, lactantes menores de 6 meses y personas inmunodeficientes.
Eficacia
Las vacunas frente a la varicela (monovalentes y tetra vírica) son capases de estimular boa respuesta del sistema inmunológico y son efectivas en niños, mayores de 12 años y adultos. La efectividad de una dosis de vacuna, en niños de 9 meses a 12 años, es del 81-83 % frente a cualquier forma de enfermedad y del 95-100 % frente a las formas moderadas y graves. Tras la segunda dosis, la efectividad frente a todas las formas de varicela se sitúa en el 92-95 %.
Seguridad
Las vacunas monovalentes o bien tetra víricas son seguras, efectivas y pueden utilizarse de forma intercambiable en los programas de inmunización.
Reacciones adversas
Suelen ser leves y transitorios:
- Suelen ser leves y transitorios.
- En las 24 horas siguientes puede aparecer un ligero dolor en el lugar de inyección, que en general se resuelve en 2 a 3 días.
- En aproximadamente un 5 a 15% de los vacunados se producen reacciones sistémicas unos 7 a 12 días después de la vacunación, entre ellas: fiebre de más de 39 °C durante 1 a 2 días.
En el 2% de los casos aparece una erupción cutánea transitoria.
- El dolor y el enrojecimiento se produce en el lugar de aplicación en el 5%.
En un 1% a un 3% se pueden observar vesículas cerca del lugar de aplicación.
- Entre cinco y 26 días después de la vacunación, en 3% a 5% de los vacunados se puede observar dos a cinco lesiones similares a las causadas por la varicela.
- Anafilaxia es muy rara y casi siempre ocurre dentro de los primeros 30 minutos después de la administración de la vacuna. En este caso, las dosis posteriores están contraindicadas.
Reacciones locales – afectan a menos del 0,1% de las vacunadas e incluyen ardor, enrojecimiento, dolor y formación de bultos;
- reacciones locales – afectan a menos del 0,1% de las vacunadas e incluyen ardor, enrojecimiento, dolor y formación de bultos;
- fiebre alta (superior a 39,5oC), que se produce de cinco a 12 días después de la vacunación, con una duración de uno a cinco días, puede ocurrir entre el 5% y el 15% de los pacientes vacunados. Algunos niños pueden tener una convulsión febril, sin consecuencias graves. Entre el 0,5% y el 4% de los vacunados también pueden presentar dolor de cabeza, irritabilidad, fiebre baja, desgarro y enrojecimiento de los ojos y desgollado de la nariz de cinco a 12 días después de la vacunación. Las manchas rojas en el cuerpo, de siete a 14 días después de la vacunación, con una estancia de alrededor de dos días, aparecen en el 5% de las vacunadas. Los ganglios hinchados aparecen en menos del 1% de los vacunados de siete a 21 días de vacunados. Todos estos síntomas generales se producen principalmente después de la primera dosis de la vacuna;
- inflamación de las meninges (meningitis), generalmente benigna, puede ocurrir entre el 11o y el 32o días después de la vacunación. La inflamación del cerebro (encefalitis) puede surgir entre 15 y 30 días después de la vacunación en uno de cada 1 millón a 2,5 millones vacunados con la primera dosis;
- se ha descartado por completo la asociación de la vacuna con el autismo;
- manifestaciones hemorrágicas (púrpura trombocitopénica) se describieron en la proporción de un caso a 30 mil a 40 mil vacunados, con evolución benigna entre 12 y 25 días después de la vacunación. Sin embargo, esta ocurrencia contraindica otras dosis de la triple vacuna viral;
- dolor articular o la artritis surge en el 25% de las mujeres después de la pubertad, de uno a 21 días después de la vacunación. Esta reacción es transitoria, benigna y no contraindica otras dosis de la vacuna;
- inflamación de las glándulas parótidas se produce entre el 0,7% y el 2% de las vacunadas, de diez a 21 días después de la vacunación;
anafilaxia es muy rara y casi siempre ocurre dentro de los primeros 30 minutos después de la administración de la vacuna. En este caso, las dosis posteriores están contraindicadas.
Los síntomas de efectos adversos graves o persistentes, que duran más de 24 a 72 horas (dependiendo del síntoma), deben investigarse para verificar otras causas.
Contraindicaciones
- Mujeres embarazadas.
- Personas con inmunidad deteriorada debido a enfermedades o medicamentos.
- Personas con antecedentes de anafilaxia después de una dosis previa de la vacuna, o a la neomicina (administrada de forma tópica o sistémica), o a la gelatina.
Tetra vírica
- Se recomienda no revacunar a los niños que desarrollan un episodio de púrpura trombocitopénica en las 6-8 semanas siguientes a la primera dosis de vacunas que contengan el sarampión, a no ser que, una vez comprobada la no seroconversión, se considere que el beneficio de la vacunación supera al riesgo de que desarrolle de nuevo una trombocitopenia.
- Las personas con antecedentes de trombocitopenia no relacionada con la vacuna tienen un ligero aumento de posibilidades de padecer una trombocitopenia tras la vacuna, pero las ventajas de la inmunización superan con mucho a los riesgos. El riesgo de trombocitopenia tras la segunda dosis es inferior al que comporta la primera y nunca se han comunicado casos de hemorragia grave o muerte por esta causa asociados a la vacunación en niños sanos.
Precauciones
- Debe demorarse la vacunación hasta la resolución de un proceso agudo febril. Las infecciones de vías respiratorias altas sin fiebre o con febrícula no constituyen contraindicaciones a la vacunación.
- La mayoría de las personas con antecedentes de reacción anafiláctica al huevo no tienen reacciones adversas a la vacuna tetra vírica, por lo tanto no hay contraindicación para el uso de la vacuna tetra vírica. Se ha demostrado en muchos estudios que las personas con alergias al huevo, incluso aquellos con alergias graves, tienen un riesgo insignificante de reacciones anafilácticas. Sin embargo, se recomienda vacunar a estos niños, como precaución, en un hospital u otro entorno que ofrezca condiciones de atención para la anafilaxia. Vale destacar que la vacuna varicela monovalente no contienen proteína del huevo de pollo.
- En los pacientes que reciben tratamiento crónico con ácido acetilsalicílico (AAS) se recomienda suspender este durante seis semanas tras la vacunación contra la varicela.
- Si la persona vacunada contra varicela desarrolla exantema y fuera conviviente con una persona de riesgo, como inmunodeprimidos o embarazadas no inmunes, habrá que evitar el contacto con ellos hasta que el exantema esté en forma de costra.
- Debe tenerse en cuenta el riesgo de interferencia (falso negativo) de la vacuna sarampión y varicela con la respuesta a una prueba de tuberculina (Mantoux). Por consiguiente, en caso de tener que practicar estas pruebas, deberán hacerse antes, el mismo día de la vacunación o al cabo de cuatro o seis semanas como mínimo.
Composición
Las vacunas contra varicela (monovalente o tetra vírica) están compuestas de:
- cepa atenuada del virus varicela del linaje OKA;
- a depender del fabricante, la vacuna monovalentes (varicela) o bien tetra vírica pueden contener pequeñas cantidades (< 25 μg) del antibiótico neomicina como residuo del proceso de fabricación, o estabilizadores como la albúmina humana, el sorbitol o la gelatina hidrolisada.
- La vacuna tetra vírica está compuestas por cepa atenuada de sarampión, rubéola y parotiditis y contienen trazas de proteína de huevo de pollo utilizada en el proceso de fabricación. Ya las vacunas monovalentes contra la varicela no contienen rastros de proteína de huevo de pollo.
Para conocer la composición de las vacunas de cada uno de los fabricantes, hay que consultar el prospecto y, para eso, consultarse en el sitio web de la agencia reguladora local.