Project Description

Enfermedad grave producida por Streptococcus pneumoniae ─ bacteria conocida como neumococo. Puede acometer a cualquier persona, pero la edad y ciertas condiciones clínicas son los principales factores de riesgo.

Niños con menos de 5 años (más los que tienen menos de 2 años), ancianos y personas con enfermedades como el VIH, anemia falciforme, diabetes, asplenia (por extirpación quirúrgica del bazo o por enfermedades que afectan el funcionamiento de este órgano), con enfermedades cardíacas o pulmonares, son mucho más propensos a enfermarse gravemente e incluso mortales.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la enfermedad por neumococo es responsable por el 15% de todas las muertes de niños menores de 5 años en el mundo y es la principal causa de mortalidad infantil por enfermedades prevenibles por vacunas. Entre los adultos a partir de 50 años y especialmente a partir de los 60 o 65 años, la neumonía neumocócica es una de las principales causas de hospitalización y muerte.

En los Estados Unidos de la América la neumonía, la meningitis y la septicemia relacionadas con el neumococo matan a decenas de miles de personas al año, incluidos 18 mil adultos mayores de 65 años. En sus peores formas, la enfermedad neumocócica mata a una de cada cuatro o cinco personas mayores de 65 años infectadas con neumococo.

De acuerdo con el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los EEUU, alrededor de un millón de adultos contraen neumonía neumocócica y entre el 5 y el 7% mueren a causa de la enfermedad anualmente. A diferencia de los niños, la meningitis y la septicemia neumocócica son poco frecuentes entre los adultos, pero tienen una letalidad del 10% o más.

Manifestaciones

La enfermedad por neumococo es más común en invierno y a menudo se asocia con la gripe, agravando la afección. Es responsable de infecciones de:

  • los pulmones y oídos, causando neumonía, bronquitis, sinusitis, otitis media aguda
  • los ojos, causando conjuntivitis
  • las meninges, causando meningitis
  • la sangre, causando bacteriemia y sepsis (inflamación en todo el cuerpo que causa daños a varios sistemas de órganos)

En los dos últimos casos se habla de «enfermedad neumocócica invasora». Esto significa que las bacterias han invadido partes del cuerpo generalmente libres de microorganismos, como el torrente sanguíneo (bacteriemia) y los tejidos y líquidos que rodean el cerebro y la médula espinal (meningitis). Cuando esto sucede, por lo general es muy grave, causa hospitalización e incluso la muerte.

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Transmisión

Se puede transmitir de una persona a otra por inhalación de secreciones respiratorias o por contacto directo con las mismas. La bacteria neumococo habitualmente puede encontrarse en la garganta o en las vías respiratorias de las personas (colonización nasofaríngea). Mismo quien no presenta síntomas puede transmitirla.

La colonización nasofaríngea es más frecuente en los adultos que conviven con niños y niñas en sus domicilios, que aquellos que no lo hacen. Los niños y niñas que tienen hermanos que asisten a guardería se colonizan por las mismas cepas que aquellos. Además, los serotipos que colonizan la nasofaringe de los ancianos son similares a los que colonizan a los niños que viven en la misma casa. Esta similitud aumenta a medida que lo hace la edad del adulto. Todo eso demuestra la importancia de la transmisión intrafamiliar.

Prevención

La forma más segura y eficiente de protegerse del neumococo es la vacunación.

Vacunas

Indicaciones generales

En la mayoría de los países, las vacunas conjugadas 10 y 13 valentes están indicadas de rutina para niños de hasta 5 años. Para adultos con más de 60 o 65 años, las recomendaciones son diferentes en cada país y son consideradas vacunas de polisacáridos y/o conjugadas.

También son contempladas por programas de vacunación en la mayoría de los países las personas de cualquier edad que tienen un mayor riesgo de contraer la enfermedad neumocócica.

  • Son ellas las que presentan:

    • inmunodeficiencias;
    • diabetes mellitus;
    • asplenia (disfunción del bazo o ausencia de este órgano);
    • insuficiencia renal;
    • cirrosis hepática;
    • implantes cocleares;
    • fístula LCR (fluido cerebroespinal);
    • enfermedad cardiovascular;
    • enfermedad crónica del corazón y/o pulmones;
  • Bien como las que someterán a:

    • trasplante de órgano sólido;
    • trasplante de células hematopoyéticos;
  • Más allá de:

    • fumadores;
    • alcohólicos.

Vacunas neumocócicas conjugadas

La introducción de las vacunas neumocócicas conjugadas en los programas de inmunizaciones para los niños menores de 5 años ha dado lugar a cambios drásticos en la incidencia de las infecciones neumocócicas. En la época prevacunal, había una distribución con un pico máximo en los niños menores de 5 años y otro en los adultos mayores de 60. En la actualidad, la incidencia es mayor en estos últimos.

En el mercado internacional, hay dos vacunas neumocócicas conjugadas:

  • Vacuna neumocócica conjugada – VNC10

  • Vacuna neumocócica conjugada – VNC13

Indicaciones

Aunque los pormenores de las indicaciones autorizadas pueden variar según el país, tanto la VNC10 como la VNC13 están aprobadas para la inmunización activa con el fin de prevenir la enfermedad invasiva, la neumonía y la otitis media aguda causadas por los serotipos de S. pneumoniae presentes en las vacunas en niños de edades comprendidas entre las 6 semanas y los 5 años.

La VNC13 es licenciada también para mayores de 5 años, adolescentes, adultos y ancianos de riesgo, y para estos, incluida en los programas de inmunizaciones de algunos países.

Eficacia

Con el uso, en el pasado, de la vacuna neumocócica conjugada heptavalente (VNC7) en los calendarios de vacunación sistemática fue conseguido ─ a expensas de los serotipos contenidos en ella ─ una disminución de la carga global de enfermedad neumocócica invasora (ENI) y de las hospitalizaciones asociadas a neumonía. La protección fue verificada tanto en los niños vacunados como en los niños y adultos no vacunados (inmunidad de grupo).

La VNC7 dio lugar a una disminución marcada de las infecciones neumocócicas producidas por los siete serotipos vacunales y a una disminución de las resistencias bacterianas, la mayoría también asociadas a los serotipos contenidos en la vacuna ─ las llamadas cepas pediátricas. De forma paralela, fue verificado un incremento de los serotipos no vacunales, sobre todo el 19A que aumentó de forma muy rápida.

Las vacunas neumocócicas de valencia ampliada, VNC10 y VNC13, han dado lugar a una reducción significativa de los casos de enfermedad por los serotipos vacunales en ellas contenidos. En los países donde se ha utilizado la VNC13, la disminución en la incidencia de enfermedad neumocócica invasora se ha debido sobre todo a la reducción de los casos por los serotipos 19A, no solo en los niños vacunados sino también en los no vacunados y los adultos, incluidos los mayores de 65 años.

Las VNC10 y VNC13 producen reducción de la colonización nasofaríngea por los serotipos que contiene, tanto en los niños como en los adultos.

El estudio Community-Acquired Pneumonia Immunization Trial in Adults (CAPITA) incluyó 84.496 personas de al menos 65 años con el objetivo de evaluar la eficacia de la vacuna VNC13 en prevención del primer episodio de neumonía adquirida en la comunidad (NAC) y de enfermedad neumocócica invasiva. Entre los adultos mayores la VNC13 fue eficaz en la prevención de la neumonía (45% de eficacia) y de la enfermedad neumocócica invasora (75% de eficacia) causados por serotipos vacunales.

Seguridad

El perfil de seguridad favorable de la VNC7 está bien establecido. Varios estudios han revelado que la VNC10 y la VNC13 tienen perfiles de seguridad similares a los de la primera en lactantes y niños.

Reacciones adversas

Los efectos adversos detectados tras la administración de las vacunas neumocócicas conjugadas son:

  • tras la primera vacunación, aproximadamente en un 35-50 % de los sujetos aparecen reacciones en el sitio de la inyección (dolor, enrojecimiento, endurecimiento y hinchazón), fiebre de bajo grado, irritabilidad, disminución del apetito y aumento o disminución del sueño;

  • otras reacciones mucho menos frecuentes, que aparecen en alrededor del 1-5 % de los niños son: fiebre arriba del 39 ºC, vómitos, diarrea y rash (erupción cutánea).

  • en menos de un 1 % de los niños puede ocurrir convulsiones febriles, urticaria y apnea (en prematuros).

  • en general, los efectos secundarios leves aumentan tras la dosis de refuerzo y con la edad;

  • en adultos, más del 10 % tienen disminución del apetito, dolor de cabeza, diarrea, erupción cutánea, dolor en las articulaciones, dolor muscular, escalofríos, cansancio y reacciones locales (endurecimiento, hinchazón, dolor, limitación del movimiento del brazo). En 1 a 10 % se producen vómitos y fiebre. Entre el 0,1 y el 1 % de los vacunados presentan náuseas, alergia grave, ganglios en el brazo vacunado.

Los síntomas de efectos adversos graves o persistentes, que duran más de 24 a 72 horas (dependiendo del síntoma), deben investigarse para verificar otras causas.

Vacunas neumocócicas de polisacáridos – VNP23

En el mercado internacional, hay vacunas neumocócicas de polisacáridos 23 valentes de diferentes fabricantes, todas con el mismo perfil de seguridad y eficacia.

Indicaciones

  • Para niños mayores de 2 años, adolescentes y adultos que tienen un problema de salud que aumenta el riesgo de enfermedad neumocócica.

  • Para las personas a partir de 60 años.

  • No se recomienda como rutina para niños sanos, adolescentes y adultos.

Se recomienda combinar la vacunación con VNP23 con la aplicación de una vacuna neumocócica conjuga para niños (VNC13 o VNC10), adolescentes y adultos (VNC13) que del grupo de riesgo para la enfermedad neumocócica. En estos casos, idealmente, debe comenzar el régimen con la aplicación de la vacuna conjugada y aplicar una dosis de VNP23 dos a seis meses después de la dosis de la vacuna conjugada, y a los 5 años repetir la dosis de VNP23 (2ºrefuerzo). Muy a menudo no se recomienda aplicar más de dos dosis de VNP23.

Eficacia

Las vacunas neumocócicas de polisacárido 23 valentes tienen una escasa o nula capacidad de generar respuesta protectora en menores de 2 años y no inducen respuesta anamnésica (producción rápida de nivel elevado de anticuerpos) tras la revacunación en ningún grupo de edad. Ellas tampoco producen reducción de la colonización nasofaríngea por los serotipos que contienen, tanto en los niños como en los adultos.

La efectividad de la VNP23 es objeto de controversia. Una revisión de la Cochrane ha demostrado que previene el 74 % de los casos de la enfermedad invasora. También hay datos que muestran reducir un 46 % la neumonía de todas las causas. Otros estudios han demostrado una reducción del 40 % de la neumonía neumocócica y del 60 % de las muertes asociadas a neumonía.

Seguridad

Reacciones adversas

Las reacciones adversas más frecuentes, que se producen con más del 10% de las vacunadas, son:

  • dolor en el lugar de aplicación, en 60,0 %;

  • hinchazón o endurecimiento, en 20,3 %;

  • enrojecimiento, en 16,4 %;

  • dolor de cabeza, en 17,6 %;

  • cansancio, en 13,2 %; y

  • dolor muscular, en 11,9 %.

Las reacciones locales más intensas, con hinchazón de todo el brazo, que alcanzan el codo, el hematoma y las manchas rojas pueden ocurrir en menos del 10% de las personas vacunadas.

Todas las reacciones adversas son más frecuentes después de la revacunación con períodos cortos de tiempo. Se cree que están relacionados con la presencia de grandes cantidades de anticuerpos en el cuerpo.