Project Description

Causada por la bacteria Salmonella typhi, la fiebre tifoidea es una de las numerosas infecciones adquiridas a través del consumo de agua y alimentos contaminados. Las ocurrencias de esta naturaleza son facilitadas por un sistema sanitario deficiente, malas condiciones de higiene y bajo estatus socioeconómico.

Manifestaciones

Se caracteriza por:

  • fiebre prolongada
  • dolor de cabeza
  • náuseas
  • pérdida de apetito
  • estreñimiento o diarrea

La mayoría de los casos evolucionan bien.

Transmisión

Los vegetales crudos y frutas, así como los crustáceos poco cocidos, son los alimentos que con más frecuencia conducen a la enfermedad, además del consumo de agua sin tratar. Esto se debe a la contaminación por materia fecal. La transmisión también puede ocurrir directamente por vía fecal-oral, desde el enfermo o portador sano a sus contactos.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), de 2018, se producen anualmente alrededor de 12 millones de casos y 125 mil muertes a nivel mundial, sobretodo en Asia y en África Subsahariana. La tasa de mortalidad es del 1 %.

Regiones con especial riesgo de transmisión:

  • los países andinos
  • algunos países en Centroamérica y el Caribe
  • continente africano
  • el subcontinente indio

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Prevención

El cuidado de la higiene personal, con los alimentos al lavarlos y prepararlos, así como en el consumo de agua, es fundamental, pero la forma de prevención más eficaz es la vacunación.

Vacunas

  • Vacuna atenuada (oral)
  • Vacunas inactivadas (inyectable)

Indicaciones

La indicación no ocurre de forma rutinaria, mas para:

  • niños a partir de 2 años, adolescentes y adultos que viajan a zonas de alta incidencia de la enfermedad, en situaciones específicas de larga estancia y después de un cuidadoso análisis médico;

  • niños en edad escolar residentes en zonas endémicas, sobre todo en aquellas con prevalencia de cepas multirresistentes;

  • técnicos de laboratorio que manipulan Salmonella typhi;

  • personas en contacto íntimo con portadores crónicos de esta bacteria;

  • profesionales que se ocupan de agua y residuos contaminados.

Atención!

  • Ambas vacunas tienen la limitación de que no están autorizadas en niños pequeños: la vacuna oral se indica en mayores de 5 años y la vacuna parenteral en mayores de 2 años, teniendo en cuenta que los niños pequeños son el grupo más vulnerable para la fiebre tifoidea.

    Es importante señalar que, en los casos de viaje a zonas endémicas, la vacunación debe acompañarse de educación sanitaria con el fin de evitar alimentos y bebidas contaminados ya que la protección con las vacunas no es del 100 %.

Eficacia

Seguridad

Tanto las vacunas orales como las inyectables tienen un buen perfil de seguridad.

Efectos adversos

Oral – Menos del 10 % de los vacunados presentan:

  • dolor abdominal

  • náuseas

  • fiebre

  • cefalea

  • vómitos

  • erupción cutánea

Los efectos adversos detectados tras la administración de las vacunas parenterales (inactivadas) son casi exclusivamente locales y transitorias:

  • Los relacionadas con el lugar de aplicación (las la más frecuentes):

    • dolor – en el 3,6 al 9,4 % de las vacunadas;
    • enrojecimiento – en un 2,4 a un 5,4 %;
    • hinchazón – entre un 1,7 y un 1,8 %.
  • Otras reacciones posibles:

    • fiebre – en 1,5 a 16,2 %;
    • dolor de cabeza – en 10 a 7.8 %;
    • malestar – en 0,9 a 4 %;
    • náuseas – en 2,1 a 5%;
    • picor – en 1,7 a 1,8 %.