La Iniciativa de eliminación del tétanos materno y neonatal fue lanzada por organismos internacionales (UNICEF, la OMS y el Fondo de Población de las Naciones Unidas) en 1999, dándole relevancia a la meta de eliminación del tétanos materno y neonatal como problema de salud pública. La mayor proporción de los casos de tétanos neonatal están relacionados con el parto y pueden afectar tanto a recién nacidos como a madres que no se hayan vacunado correctamente con vacuna con componente antitetánico.

Desde el año 1988 hasta el año 2015 se estimó una reducción del 96% de muertes de recién nacidos por tétanos neonatal, en gran parte debido a la ampliación de la inmunización con vacuna con componente antitetánico a nivel mundial. En 2016, el 86% de los lactantes de todo el mundo recibieron 3 dosis de vacuna contra la difteria, el tétanos y la tosferina.

A fecha de abril de 2018, aún hay 14 países que no han logrado la eliminación del tétanos materno y neonatal. Una vez que se ha logrado la eliminación del tétanos materno y neonatal, mantenerla requerirá un fortalecimiento continuo de las actividades de inmunización sistemática, tanto de las embarazadas como de los niños, manteniendo y aumentando el acceso a partos limpios, la vigilancia intensiva del tétanos neonatal y la introducción y/o fortalecimiento de la inmunización al ingreso escolar.