Los datos preliminares de algunos estudios sugieren que la vacuna triple viral (sarampión, rubéola y paperas), BCG (contra la tuberculosis) y la influenza podrían interferir positivamente en la evolución de la enfermedad del SARS-Cov-2, evitando casos sintomáticos.

Estas investigaciones, aún sin resultados concluyentes, parten de la premisa ya conocida de que las vacunas atenuadas -como la triple viral y BCG- estimulan con más fuerza el sistema inmunológico y la llamada inmunidad innata inespecífica, son capaces de prevenir las enfermedades más graves por otras infecciones. Sin embargo, hasta ahora, ningún estudio ha demostrado que esto proteja de la COVID-19.